Devocional "Ana, mujer resiliente"
Oct 24, 2025
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La resiliencia es la capacidad de levantarse después de caer, de transformar el dolor en aprendizaje y de seguir adelante aun en medio de la adversidad. Ana es un ejemplo vivo de resiliencia: no permitió que la burla de Penina, la incomprensión de Elí ni los años de esterilidad definieran su final.
Ana pudo haberse encerrado en la amargura, pero eligió ir al templo. Pudo haberse quedado en silencio, pero decidió clamar. Pudo haberse rendido, pero persistió en oración. Esa capacidad de levantarse una y otra vez, de creer contra toda esperanza, es lo que la convirtió en una mujer plena.
La resiliencia de Ana no nació de sus propias fuerzas, sino de su fe. Ella se sostuvo en la certeza de que Dios podía cambiar su historia. Y así fue. De la amargura pasó al gozo, de la burla al testimonio, de la esterilidad a la fecundidad.
Tú también puedes abrazar esta resiliencia. No se trata de ignorar tu dolor, sino de aprender a transformarlo en clamor. No se trata de evitar las lágrimas, sino de derramarlas en el altar. No se trata de fingir fortaleza, sino de encontrarla en la presencia de Dios.
La plenitud no es ausencia de pruebas, sino la capacidad de levantarte en medio de ellas con la fuerza que viene del Señor.
Plan de acción para hoy
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Reconoce tu prueba actual – Escríbela en tu diario y nómbrala con sinceridad.
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Identifica tu resiliencia pasada – Recuerda un momento en que Dios te levantó de algo que parecía imposible.
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Ora con esperanza – Pide a Dios la fuerza para levantarte una vez más y seguir avanzando.
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Declaración – “Soy resiliente porque la fortaleza de Dios habita en mí.”
Razones para agradecer
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Gracias, Señor, porque aun en mis caídas me das fuerzas para levantarme.
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Gracias, porque me recuerdas que mi dolor puede transformarse en propósito.
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Gracias, porque en Ti encuentro la resiliencia que necesito.
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Gracias, porque nunca me abandonas en medio de mis pruebas.
Oración final
Padre amado, gracias porque me enseñas a ser resiliente como Ana. Aunque enfrente burlas, incomprensión o temporadas de esterilidad, confío en que Tú me das nuevas fuerzas. Hoy entrego mis heridas en tu altar y declaro que me levantaré en tu poder. Que mi vida sea testimonio de tu fidelidad y de la plenitud que viene de confiar en Ti.
En el nombre de Jesús, amén.