Inicia Sesión

Devocional "La plenitud de confiar en el tiempo de Dios"

devocional Oct 27, 2025

 

Obtén tu Diario Devocional https://a.co/d/4BrxDRr

Ana sabía lo que era esperar. Año tras año subía al templo, oraba, lloraba, y regresaba sin ver la respuesta. Todo parecía repetirse: las burlas de Penina, el silencio del cielo, la carga en el corazón. Sin embargo, ella no dejó de ir a la presencia de Dios. Su fe permaneció, y esa constancia fue el terreno donde brotó el milagro.

El texto nos recuerda que “Jehová se acordó de ella”. Esa frase no significa que Dios la había olvidado, sino que llegó el tiempo perfecto en el que la oración de Ana se alineó con el plan divino. Su respuesta no fue inmediata, pero sí segura.

La plenitud no está en recibir de inmediato, sino en aprender a confiar en el tiempo de Dios. La espera nos forma, nos purifica y nos prepara para sostener la respuesta. Lo que pedimos en ansiedad se convierte en carga, pero lo que recibimos en el tiempo de Dios se transforma en bendición plena.

Quizás hoy sientas que tu oración tarda, que Dios se ha olvidado, que el reloj corre en tu contra. La vida de Ana te recuerda que Dios nunca llega tarde ni temprano, siempre llega a tiempo. La plenitud está en confiar, aun cuando todavía no ves.


Plan de acción para hoy

  1. Escribe tu espera – Haz una lista de las áreas donde sientes que Dios “tarda” en responder.

  2. Declara fe – Proclama sobre cada área: “No está en pausa, está en proceso en el tiempo perfecto de Dios.”

  3. Practica adoración en la espera – Dedica un momento para adorar a Dios no por lo que aún esperas, sino por lo que Él ya es.

  4. Declaración – “Confío en el tiempo de Dios, porque su calendario es perfecto.”


Razones para agradecer

  • Gracias, Señor, porque aunque no siempre entiendo tus tiempos, sé que son perfectos.

  • Gracias, porque en la espera me formas y me preparas.

  • Gracias, porque no te olvidas de mí, siempre tienes presente mi oración.

  • Gracias, porque cada demora es en realidad una preparación para la plenitud.


Oración final

Señor amado, hoy te entrego mi impaciencia y mi ansiedad por lo que aún no veo. Ayúdame a confiar en tu calendario perfecto y a descansar en que tus tiempos son mejores que los míos. Así como Ana esperó y recibió, yo espero con fe que lo que me prometiste llegará. Gracias porque mi plenitud está en confiar, no en controlar.
En el nombre de Jesús, amén.