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Devocional "Dios recuerda"

devocional Oct 06, 2025

 

 

Durante años, Ana vivió bajo la sombra de la esterilidad. Día tras día veía el vientre de Penina multiplicarse, mientras el suyo permanecía vacío. Parecía que Dios no escuchaba, que el cielo estaba cerrado, que sus lágrimas caían al suelo sin respuesta.

Pero el relato nos recuerda una verdad fundamental: Dios no olvida lo que prometió ni las oraciones que hicimos con un corazón sincero. El texto bíblico usa una expresión clave: “Dios se acordó de Ana” (1 Sam 1:19). Esto no significa que en algún momento la hubiera olvidado; implica que llegó el tiempo en el que su oración se cruzó con el plan perfecto de Dios.

La plenitud no siempre se experimenta en el momento de pedir, sino en el tiempo de cumplimiento. Y ese cumplimiento llega en la temporada que Dios ha establecido. Ana recibió a Samuel, no porque insistió con amargura, sino porque perseveró en fe y permaneció en la presencia de Dios.

Tal vez sientes que Dios no ha respondido tus oraciones, que se ha olvidado de ti, que tus peticiones se han perdido en el aire. Hoy la historia de Ana te recuerda: Dios no olvida, Dios recuerda, y Su tiempo es perfecto.

El Dios que recordó a Ana también te recuerda a ti. Tus lágrimas no se borran, tu clamor no se ignora, tu fe no es en vano. Lo que parece tardanza es preparación.

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Plan de acción para hoy

  1. Haz memoria – Escribe en tu diario una oración que hiciste hace años y que aún esperas ver cumplida.

  2. Confirma en fe – Declara sobre esa petición: “Dios no se ha olvidado, Él se acordará de mí.”

  3. Recuerda cumplimientos pasados – Haz una lista de oraciones que ya fueron respondidas en tu vida como testimonio.

  4. Descansa – Dedica 5 minutos hoy a orar sin pedir nada, solo descansando en que Dios está en control.


Razones para agradecer

  • Gracias, Señor, porque aunque parezca silencio, Tú siempre me escuchas.

  • Gracias, porque tu memoria es perfecta, nunca olvidas lo que me has prometido.

  • Gracias, porque tu tiempo es mejor que el mío.

  • Gracias, porque me recuerdas que sigo en tu plan y en tu corazón.


Oración final

Señor amado, hoy quiero descansar en la certeza de que Tú recuerdas mis oraciones. Aunque mis ojos no vean todavía la respuesta, mi corazón se aferra a tu fidelidad. Ayúdame a entender que tu tiempo es perfecto y que lo que has preparado para mí supera mis expectativas. Gracias porque no me olvidas, porque tus promesas permanecen y porque tu amor me sostiene mientras espero.
En el nombre de Jesús, amén.